martes, 29 de octubre de 2013

La irrelevancia histórica valenciana en la escuela franquista

Con motivo de la festividad del 9 de Octubre (día de la Comunidad Valenciana) del año pasado escribí una entrada en esta misma bitácora titulada "España, una, grande y castellana", en la cual me refería a cómo los miedos y fobias del nacionalismo centralista a una ruptura de su concepción de España conllevaron (incluso antes de que el secesionismo, el nacionalismo o el independentismo existiesen: los miedos son los principales creadores de fantasmas) todo tipo de tropelías, desprecios y menosprecios hacia uno de los principales elementos definidores de una sociedad: un idioma distinto al de sus vecinos.

En aquella entrada me refería también a la estrategia del "divide y vencerás" instrumentada a través del secesionismo lingüístico valenciano, aprovechando viejas envidias entre las ciudades de Valencia y Barcelona, muy bien interpretadas por los nuevos nacionalistas centralistas rebautizados como nacionalistas valencianos.

Ojeando recientemente uno de los libros escolares de la dictadura franquista (creo que del curso 1956/1957 de tercer grado) me chocó una división de España en "regiones naturales" que no recordaba haber visto con anterioridad: a Navarra, Aragón y Cataluña las incluían en la región natural del Valle del Ebro, a Valencia y Murcia las incluían en la región Levantina y a Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco en la región Septentrional, dejando en un apartado propio a las Islas Canarias y a las Baleares.


Esta división "natural" de España (hasta cierto punto bastante lógica dentro del temario de Geografía del libro) no me hubiese llamado la atención si no la hubiese visto repetida en varias ocasiones dentro del temario de Historia de España de ese mismo libro.


Nada habría que alegar a estas nociones sobre los primeros reinos españoles reproducidas en la imagen anterior si no fuese porque ni el Reino de Valencia ni las Islas Baleares aparecen jamás junto a Cataluña en toda la Historia de España contada a nuestros padres y abuelos.


Aragón y Cataluña sí aparecen juntas ("ciertas regiones, como Aragón y Cataluña, terminaron de perder sus franquicias y libertades") hasta Felipe V, pero los destinos históricos de Valencia o las Baleares (que también perdieron sus fueros con Felipe V) no van nunca asociados a los de Cataluña; de hecho, Valencia (y sólo la ciudad) no aparece en toda la Historia de España más allá de la épica del Cid Campeador y de su conquista por parte del Rey "Jaime I de Aragón".


Incluso con la Guerra de la Independencia, Zaragoza y Gerona (Aragón y Cataluña) siguen unos mismos destinos históricos, reforzados con la figura de Agustina de Aragón, barcelonesa de nacimiento y zaragozana de adopción.

Vemos, pues, cómo aquella invasión en tromba del nacionalismo centralista en las instituciones culturales valencianas como Lo Rat Penat (detallada en mi anterior entrada) fue el colofón lógico a más de 30 años de adoctrinamiento social (cuatro generaciones escolares estudiaron esa nueva Historia en la que Valencia y las Islas Baleares no existían y Cataluña quedaba ligada en sus destinos antes a Navarra que a sus territorios vecinos: los españoles nacidos entre 1931 y 1967 no conocen otra Historia de España), acrecentado con el miedo a una teórica invasión cultural y lingüística de una región (la catalana) que jamás en la Historia ha tenido nada que ver con Valencia; qué mejor forma de contribuir a la unidad nacional española que enseñándola, bajo la perspectiva centralista, a todos los niños escolarizados del país. Por supuesto, en castellano (las otras lenguas españolas no existían, como Valencia).

Una máquina doctrinal perfecta para que Valencia ofrende nuevas glorias a España y renuncie a una vecindad lingüística con los bárbaros imperialistas del norte; y para que en la España monolingüe se nos pueda tomar como auténticos ineptos culturales, a quienes se nos han de enseñar (e imponer) las nociones más básicas del patriotismo verdadero (la lengua y la historia comunes: la lengua castellana y la historia de Castilla).

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