jueves, 31 de mayo de 2012

Adeu, poble de Benafigos

Benafigos - Simbología

Llegia ahir que Esquerra Unida del País Valencià s’oposa a la fusió dels municipis menuts a Castelló; la notícia no m’agafava per sorpresa, perquè la CEOE ja ho va plantejar a setembre de l’any passat mitjançant el seu Institut d’Estudis Econòmics i algunes webs econòmiques ja ho van plantejar de cara a les Eleccions Municipals de fa un any. De fet, jo mateix ho vaig plantejar com a risc real a octubre de l’any passat al fòrum d’una de les meues penyes.

En esta Espanya que ens ha tocat viure (tot i que en realitat és una cosa molt generalitzada a la política arreu del món), això d’amagar als electors el programari real conforme s’arrime alguna cita electoral és una cosa prou habitual (de fet, pareix que és lo normal); també ajuda molt el fet de què els que solem anar a dipositar la nostra papereta a la urna a cada cita electoral solem tindre una memòria més curta que la d’un peix. Cap partit polític ho va plantejar obertament a les Eleccions Muncipals de l’any pasat (¡com anaven a plantejar que volíen presentar-se d’alcaldes per a transformar un poble en un mas o en una pedania!), com tampoc ho van plantejar a les Eleccions Generals de novembre.

Però el nostre estimat President ja ho tenía en ment feia molt de temps; o almenys això va dir al Cinco Días d’un any abans de les darreres Eleccions Municipals, encara que s’oblidara de què el seu partit ho recordara als veïns a les dos campanyes electorals següents.

Però pareix que l’altre dia li va tornar la memòria.

Això sí, com que en esta Espanya que ens ha tocat viure resulta que els espanyols som els últims en enterar-nos de les coses que han de passar a Espanya i són habitualment els alemanys o els belgues els què ens conten què vol fer el nostre estimat President, tenim que enterar-nos per un document enviat a Brussel·les (el Pla Nacional de Reformes 2012, el·laborat a finals del mes d’abril), sense debat públic, que Benafigos deixarà de ser poble en menys de vuit anys, que és el termini que s’ha donat el nostre estimat President per a fer rendibles econòmicament, com si d’una empresa capitalista qualsevol es tractara, als actuals municipis.

La pàgina 95 d’eixe document que ja tenen a Brussel·les és la sentència de mort d’uns 6.800 pobles espanyols (tots els que tenen menys de 5.000 habitants), que passaran a ser un mas o una pedania d’un altre poble major.

Així que ja sabeu: ¿volíeu Rajoy? Doncs ahi teniu a Rajoy. Sense poble, però amb Rajoy.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Objetivo: rematar el Estado de Bienestar

No voy a decir que me sorprende lo que he leído hoy en “La Tercera” de ABC, porque es lo que se puede leer en Libertad Digital o ver en Intereconomía todos los días del año, pero sí he de reconocer que me ha sorprendido leerlo en ese diario.

mx3B8AD

Álvaro Delgado-Gal escribe un artículo bajo el título “Atarse los machos”, en el que la entradilla afirma que “la política está bloqueada porque los ciudadanos insisten en pedir lo que ya no se les puede dar: bienes a cambio de votos. Esto es una tragedia para el Estado del bienestar, y es, además, una tragedia específicamente socialdemócrata”. No importa demasiado cómo se intente adornar la posterior argumentación: las afirmaciones resumidas en esa entradilla son meridianamente claras:

  1. Los ciudadanos son los únicos responsables de que los políticos estén perdidos ante una crisis como la que nos afecta; no es la ineptitud de los políticos (nótese el cambio de discurso respecto a la anterior legislatura, con un gobierno socialdemócrata) la responsable del actual (que no del pasado) bloqueo político (y democrático), sino que ese bloqueo político es consecuencia de la ineptitud de los ciudadanos.
  2. Los ciudadanos son unos apesebrados (o unos vagos y maleantes, que para el caso es lo mismo) cuya única meta en esta vida es pedir y pedir, dando a cambio una papeleta metida en una urna cada cuatro años; estos ciudadanos, que entre elección y elección pasan del aire y de los bienes que los políticos les dan (sin dar nada más a cambio), muestran una tozudez de asno digna de un estudio más zoológico que antropológico.
  3. El Estado del Bienestar consiste en que los políticos dan bienes a los ciudadanos apesebrados (y vagos y maleantes) a cambio de que éstos les voten cada cuatro años (la democracia, aunque la vista de otra forma o la nombre con otro sustantivo, consistirá en lo mismo para el señor Delgado-Gal); así, son los políticos (los de ahora, no los del año pasado) los que intentan dar trabajo (¡uy!, perdón, no, trabajo no, que los ciudadanos apesebrados no hacen esas cosas) a los vagos y maleantes, que al final ni trabajan, ni pagan impuestos, ni compran periódicos.
  4. La tragedia del Estado de Bienestar consiste en que los ciudadanos apesebrados (y vagos y maleantes), aunque no pagan impuestos, no trabajan y no aportan nada, siguen pidiendo y pidiendo a los políticos (a los de ahora, no a los de hace un año), pero como esta chusma de ciudadanía que tenemos no paga impuestos, no trabaja y no aporta nada, no se les puede dar lo que piden (porque es imposible, como dicta el sentido común).
  5. ¿Y cual es la razón última de esa tragedia en la cual el Estado (que son los políticos de ahora, no los de hace un año) no puede seguir repartiendo prebendas a los ciudadanos apesebrados (y vagos y maleantes) que ni trabajan, ni pagan impuestos, ni aportan nada, pero sí que piden y piden a nuestros ilustres políticos (a los de ahora, no a los de hace un año)? Pues la razón última es que eso de apesebrarse, vaguear, malear, no trabajar, no pagar impuestos y no aportar nada tiene un nombre y se llama socialdemocracia, que fue la inventora de esa cosa trágica e insostenible que se hizo llamar Estado de Bienestar.

Obviamente, a Álvaro Delgado-Gal ya no le cabía en el artículo la otra “chusma”: la que conforman los gorrillas, los mendigos, los desahuciados, los perroflautas, los enfermos crónicos, los parados de muy larga duración, los ancianos dependientes… Para esos les deja la caridad cristiana.

Murió el comunismo, sobrevivió únicamente el capitalismo. Hoy agoniza en su lecho de muerte, pero antes hay que aniquilar por completo toda la putrefacta herencia marxista y keynesiana: hay que rematar el Estado del Bienestar.

domingo, 20 de mayo de 2012

Hemos perdido algo más que el norte

Hay veces que no entiendo cómo el ser humano, y en este caso los españoles, puede llegar a razonamientos absurdos para justificar una actuación de muy difícil justificación. Aprovechando las explicaciones que han dado las comunidades autónomas para justificar los recortes en su planificación presupuestaria para 2012-2014, vamos a hacer un ejercicio muy fácil: lanzaremos una pregunta sobre los recortes y buscaremos la respuesta en el Plan Económico-Financiero 2012-2014 presentado por la Comunidad de Madrid. La pequeña trampa que haremos será que no buscaremos la justificación que dan a sus recortes (la única justificación a los recortes es el cumplimiento del objetivo de déficit –se recorta porque hay que recortar, es el razonamiento–), sino que la buscaremos en otro apartado: la justificación que hacen del desvío en los objetivos de déficit para el año pasado. Empecemos.

mx3C2BF

Pregunta: ¿Por qué recortamos en educación?

«En educación, el mayor crecimiento de la población y, especialmente, de la población infantil por encima de la media, que es la que se haya [sic] en edad escolar durante un periodo largo de tiempo, ha implicado un importante incremento del gasto de funcionamiento de los centros docentes y de gastos que van unidos al mayor número de escolares, como becas de comedor, de libros de texto y ayudas a familias con niños de 0-3 años.»

Es decir, que recortamos en educación porque hay más niños en edad escolar. Lógico, sobre todo en la mentalidad mercantilista que un gobierno como el de Esperanza Aguirre tiene del Estado: cuantos más clientes, menos inversión.

Pregunta: ¿Por qué recortamos en sanidad?

«En el área sanitaria, el incremento tremendamente alcista de los costes de los suministros que tienen su base en materias primas o fuentes de energía, como electricidad y gas natural y el incremento de impuestos que gravan los centros sanitarios, como el IBI o la tasa de residuos, ha significado un importante incremento del gasto sanitario.

Paralelamente, el incremento en la actividad y desarrollo tecnológico y el desarrollo de métodos quirúrgicos de alto coste ha elevado exponencialmente, de una manera desbordante por encima de la cantidad presupuestada, el gasto en material sanitario.

Además, la eficiencia en la construcción y puesta en funcionamiento del nuevo Hospital de Torrejón en el ejercicio de 2011, ha provocado un impacto presupuestario que no estaba contemplado, al preverse su funcionamiento posterior al ejercicio de 2011.

Por último, el incremento de actividad motivado por el constante aumento poblacional ha incrementado el gasto ligado a la actividad sanitaria.»

Suben los factores externos (suministros e impuestos), así que invertimos menos; avanzamos en tecnología y métodos quirúrgicos, así que invertimos menos; concluimos nuevas infraestructuras sanitarias, así que invertimos menos; hay más población que potencialmente puede hacer uso de la sanidad, así que invertimos menos. Todo muy racional, sin duda.

Pregunta: ¿Por qué, en definitiva, recortamos el Estado de Bienestar?

«- Por otra parte, la crisis económica ha provocado un aumento de las personas que han perdido todo ingreso y han tenido que acceder a la renta mínima de inserción, que ha implicado una desviación muy importante en el presupuesto.

- Por el mismo motivo, la demanda de servicios y prestaciones de la población dependiente no ha dejado de incrementarse, de manera especialmente notable durante el ejercicio 2011.

- Por último, la mencionada crisis económica, al incrementar el desempleo de forma notable, aunque por debajo de la media nacional, ha hecho que baje la utilización del transporte público, de manera que como ha habido un mantenimiento de tarifas en 2011, el descenso de viajeros provoca una menor contribución vía precio que ha habido que cubrir con un incremento muy importante de la subvención al transporte público, para garantizar el funcionamiento del servicio.»

Hay que recortar el Estado de Bienestar porque hay un aumento de las personas que han perdido todo ingreso; hay que recortar el Estado de Bienestar porque cada vez hay más población dependiente; hay que recortar el Estado de Bienestar porque cada vez hay más desempleados…

Sinceramente, no sé cómo se puede justificar un mayor déficit porque la realidad es la que es y, a continuación, abstraerse completamente de la realidad y justificar una interminable lista de recortes para recortar y recortar para cumplir con un porcentaje de déficit imposible de cumplir en vista de los datos que nos ofrece la propia realidad.

Bueno, sí, sí sé cómo se llega a esta situación: admitiendo que los modelos económicos y las ecuaciones matemáticas de cualquier economista tienen más valor que las vidas de los desempleados, de los dependientes, de los que no tienen ningún ingreso, de los enfermos y de nuestros hijos.

Esto es perder el norte. El norte y mucho más.

viernes, 18 de mayo de 2012

Lamiéndole el culo a Esperanza Aguirre

mx3F24C

No, la primera imagen para ilustrar este artículo no es un error; el 14 de Julio de 2011, Libertad Digital abría su edición con una noticia que aparecería de forma reiterada durante los días siguientes. Eran las facturas en el cajón de una Castilla-La Mancha gobernada hasta entonces por un PSOE que había falseado las cuentas autonómicas.

mx3169A

Al día siguiente, el Editorial no dejaba lugar a dudas: ocultar las cuentas es un acto de “rapiña”, y el máximo responsable de tal ocultación (José María Barreda, socialista para más señas) era un “gobernante manirroto y derrochador que se había pulido el dinero de los contribuyentes” y que “decidió mentir” al ocultar que “las facturas sin pagar se hayan multiplicado por más de dos”. Cospedal había descubierto 1.742 millones de facturas sin pagar, y la situación era “extremadamente grave” en esa comunidad autónoma.

Tres días después aun aumentaría ese importe de facturas ocultas, hasta llegar a los 2.600 millones de euros, aunque la cifra definitiva, según se ha publicado hoy mismo en La Razón, se ha quedado en un desfase de 1.545 millones de euros sobre lo presupuestado por el anterior gobierno autonómico.

mx33F6

En el polo opuesto estaría la Comunidad de Madrid gobernada por la neoliberal Esperanza Aguirre; el 28 de Febrero pasado no quedaba ninguna duda: “Sólo Madrid cumple”, “Madrid ha sido la única que ha cumplido el objetivo de déficit (del 1,3%)”, habiéndose quedado en el 1,13% (unos 2.100 millones de euros).

mx3AA59

Tres semanas más tarde (el 20 de Marzo), la Comunidad de Madrid admitía que en realidad su déficit era de 1.000 millones de euros más que los anunciados; no, no se me ha colado sin querer una noticia de El País entre las noticias del periódico de Federico Jiménez Losantos, es que en Libertad Digital andaban ese día calculando la deuda pública de Cataluña y no les dio tiempo de publicar la noticia de la corrección al déficit de su política preferida (bajo estas líneas hay un pantallazo con las principales noticias de ese día, pero en el enlace anterior puede observarse cómo esa noticia no fue noticia para ese periódico digital, ni ese día ni los siguientes).

mx33D94

mx32B2E

Hoy parece que han encontrado facturas debajo del cajón (como dirían ellos) en Madrid (1.000 millones más), en la Comunidad Valenciana, en Galicia y en Castilla y León, todas gobernadas por el Partido Popular. Madrid deja de ser no sólo la única que cumple con el déficit (ya dejó de cumplirlo el 20 de Marzo, aunque los lectores de Libertad Digital no lo supieran), sino también la que mejor cumplió con las exigencias de ese déficit: el 2,2% lleva a Madrid fuera del podio.

mx32BC1

Vaya, lo duplicó. Como el socialista Barreda. ¿Y qué dice Libertad Digital? Pues lo explica así, tan normal: “los más de 2.000 millones de euros de diferencia entre el déficit previsto y el real se achacan a una caída muy fuerte de ingresos por la parálisis económica, algo que tanto Aguirre como el consejero de Hacienda, Percival Manglano, habían advertido hace semanas. A ello se suma la puesta en marcha del plan de pago a proveedores (facturas que había previsto imputar a 2012 se sacan ahora para que puedan favorecerse del plan del Gobierno)”. ¡Vaya! Las facturas en el cajón, de las que ya “habían advertido hace semanas”, aunque al parecer no en Libertad Digital.

Pero claro, no podían dejar así de chafados a sus lectores, así que había que dar alguna noticia que no equiparara a Esperanza Aguirre con el socialista Barreda.

mx3E8F5

Visto lo visto, será déficit cero si no se vuelven a equivocar en otros 2.000 millones de euros más. Digo yo.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Grecia nos marca el camino de salida

Estos últimos días, en los que ya se le está indicando a Grecia, sin ningún tipo de tapujo, por dónde está la puerta de salida del euro y de la Unión Europea, me ha asaltado una extraña sensación de tener ya marcado nuestro propio camino (el de España), pero no desde estos días, sino desde el mismo día en que la crisis financiera sacudió Estados Unidos y empezaron a caer bancos de inversión al otro lado del Atlántico. Nunca me imaginé que el pesimismo que me invade pudiera llegar a ser de estas dimensiones.

A Grecia se le han ido imponiendo condiciones económicas imposibles de cumplir desde que, a finales de 2009, el PASOK hiciese público que las cifras de deuda y de déficit públicos eran mucho mayores que las aireadas por el anterior gobierno heleno; en un cierre de año en el que parecía asomarse ya la recuperación de la crisis financiera de las hipotecas basura norteamericanas (la bolsa española cerró el año con un incremento de casi el 30%, siendo la crisis inmobiliaria y los aun secos créditos a la economía real los principales escollos a superar), aquel anuncio pareció despertar a algún tipo de fiera que había esperado adormecida que alguien le enviara una señal.

En Enero de 2010 el nuevo gobierno griego anunció el primer plan de ajustes para reducir el déficit y la deuda públicos; en Febrero de 2010 dio otra vuelta de tuerca a los ajustes ante las presiones de una Unión Europea encabezada por Ángela Merkel y ante unos mercados que, guiados por la rebaja en la calificación de la deuda griega realizada en Diciembre por las tres agencias de calificación (Fitch, S&P y Moody’s), empezaron a exigir mayores rentabilidades a los bonos griegos. Tras el anuncio de la segunda tanda de recortes en Grecia, la prima de riesgo española se disparó hasta los 100 puntos básicos y la griega y la portuguesa también se incrementaron notablemente: la fiera no se conformaba sólo con la presa fácil (sólo el 4 de Febrero de 2010, los fondos de inversión con sede en Chicago movieron más de 5.000 millones de euros en apuestas contra las deudas griega, portuguesa y española).

Grecia se vio obligada a implementar nuevas medidas durante los primeros días de Marzo, pero al cabo de un mes ya tenía que pagar por su deuda unos intereses superiores al 7%, al tiempo que las tres agencias de calificación rebajaban tanto su calificación como la de Portugal, España y también Italia. El día 23 Papandreu tuvo que solicitar la activación del rescate que la Unión Europea había aprobado el mes anterior para países en problemas; y el 7 de Mayo se aprobaron los primeros 110.000 millones de euros para rescatar a Grecia, un dinero que la Unión Europea (85.000 millones) tomaría prestado de los mismos mercados que estaban desestabilizando las deudas soberanas de sus Estados.

El 10 de Mayo se aprobaría también un nuevo fondo de 750.000 millones de euros para afrontar el posible rescate por contagio del resto de países que estaban sufriendo los ataques de los mercados; 500.000 millones de euros los tendría que tomar prestados la Unión Europea de esos mismos mercados. Mientras tanto, se conocía que el Deutsche Bank alemán estaba especulando con productos financieros para apostar a la baja por la economía española y la de los países periféricos.

Seis meses después (el 21 de Noviembre) cayó Irlanda al intentar rescatar a sus entidades financieras (recibiría 85.000 millones, de los cuales más de 40.000 serían aportados por la Unión Europea); el 16 de Mayo de 2011 (otros seis meses después) caería Portugal (78.000 millones de euros, de los cuales 52.000 millones corresponderían a la Unión Europea).

En Noviembre de 2011 (otros seis meses más) las tensiones sobre la deuda española llevarían a su prima de riesgo (y a la italiana) por encima de los 500 puntos porcentuales, aunque en este caso nuestro país aguantó la presión; seis meses más tarde (ayer y hoy) la prima de riesgo vuelve a los mismos niveles que en Noviembre e incluso los supera, batiendo todos los records, mientras al primer país rescatado le dan la espalda todas las instituciones europeas e internacionales porque los ciudadanos griegos (los que soportan todos los recortes sociales impuestos por la UE y el FMI) no les han dado la mayoría a los dos partidos que aplicaban religiosamente y sin rechistar esos recortes.

Y ahora, recopilemos y ordenemos todos los datos. Las crisis en las deudas soberanas europeas se producen reiterada y cíclicamente sobre los mismos objetivos cada seis meses desde las elecciones griegas de finales de 2009, y más concretamente desde que el nuevo gobierno aireó el engaño de sus cuentas anteriores (Noviembre de 2009). En los tres rescates europeos ejecutados hasta ahora (Grecia por partida doble, pues en Octubre de 2011 se le otorgó un nuevo préstamo de 130.000 millones de euros), la Unión Europea ha pedido prestados ya a los mercados más de 265.000 millones de euros.

¿Cuál es la sensación que me ha quedado tras estos días de nuevos ataques de los mercados a países enteros? Pues que, desde la caída de Lehman Brothers, allá por Septiembre de 2008, todas las políticas económicas del mundo desarrollado han ido destinadas a evitar que los grandes bancos de inversión cayeran uno tras otro por su exposición a mezclas de productos financieros (los famosos derivados, donde cabían desde hipotecas basura hasta deudas soberanas, incluidas las de los países rescatados) en los que nadie sabe exactamente con qué activos están respaldados (si es que lo están) ni cuánto valen realmente esos activos. La exposición de los 9 principales bancos estadounidenses a estos productos financieros (a los derivados) es aun hoy de unos 200 billones de dólares (más de 150 billones de euros).

Los pinchazos inmobiliarios de Estados Unidos, de Irlanda y de España están repartidos por todo el mundo a través de la división y reventa (eso es lo que hacían todos los bancos: conceder un préstamo, dividirlo, integrarlo junto a otros productos y revenderlo como una inversión) de los masivos préstamos hipotecarios que se concedieron durante la época de vacas gordas, que están hoy integrados en no se sabe cuántos productos derivados. Como la deuda soberana griega, portuguesa, irlandesa, española o italiana. El billón de euros que deben las familias españolas están ahí, y de los dos billones de euros que deben las empresas, una gran parte también está ahí: es decir, sólo en casas españolas, los inversores pueden tener hasta dos o tres billones de euros que no saben cuánto valen.

La sensación que tengo es que todas las políticas de austeridad en Europa (Estados Unidos es otro mundo, porque allí su banco central sí tiene capacidad para implementar medidas anticrisis) han sido promovidas y aplicadas para que sean los estados los que asuman las garantías (para que puedan pagarlas) que no tienen hoy los inversores por el invento de unos derivados de los que no se sabe cuál es su valor real, asumiéndose así que cuanto más tiempo pase más podrán maquillar sus pérdidas todos esos bancos de inversión, aprovechando asimismo las altas rentabilidades de las deudas soberanas para ir tapando el inmenso agujero en sus cuentas y evitando así un colapso mundial de todo el sistema financiero. Y si eso se hace a costa de arrasar uno o dos países, hágase.

Y ahora veamos alguna cosa más. La Unión Europea debe a los mercados más de 265.000 millones de euros por los rescates a Grecia, Portugal e Irlanda; los bancos centrales de todo el mundo desarrollado han inyectado desde 2008 más de 4 billones de euros al sistema financiero para evitar su colapso. Todas esas operaciones de salvamento a países y entidades financieras se convierten en ridículas si las comparamos con los 150 billones de euros en productos financieros que nadie sabe qué valor real tienen, puesto que nadie sabe qué es lo que se ofrece como garantía a ese valor contable (habrá muchos solares españoles, muchas promociones sin construir, muchas viviendas sin vender y muchas viviendas cuyo valor es un alto porcentaje indeterminado menos del inicial, igual que habrá deuda griega que ahora vale el 50% tras la reciente quita o deuda española que nadie sabe cuánto valdrá dentro de unas semanas o dentro de unos meses); porque no nos engañemos: la deuda española la están comprando los bancos españoles, pero los bancos españoles no se quedan con esa deuda hasta el vencimiento, sino que la colocan en productos derivados (los planes de pensiones, públicos o privados, están rebosantes de deuda española) a otros compradores de otros países o a nosotros mismos. Y el problema es que tan solo un 10% de devaluación de esos productos derivados de los que se desconoce su valor real nos llevaría (no “les”, sino “nos”) a unas pérdidas de 15 billones de euros, que es casi cuatro veces lo que ha costado hasta ahora esta crisis. Y aflorar esas pérdidas sí sería el fin del sistema.

Así que no queda otra que alargar la agonía sacrificando a actores secundarios para proteger a los actores principales (JP Morgan, que la semana pasada reconoció una pérdida de 2.000 millones de euros en una parte de estos derivados, tiene en cartera 55 billones de euros de este tipo de productos, es decir, 55 veces el valor del PIB de España). Todo sea para intentar salvar el sistema.

¿Y entonces? Pues está claro: España seguirá el mismo camino que Grecia. No sé si será este mismo mes cuando nos rescaten o será el próximo ciclo de turbulencias (en Noviembre), pero lo que sí está claro es que nuestro billón de euros es una auténtica minucia ante el monstruo de los derivados que tienen entre manos los grandes bancos de inversión. Nuestro rescate (que irá acompañado de objetivos económicos incumplibles, como los que se le han impuesto a Grecia) servirá para que el resto de actores económicos e inversores acaben de desinvertir en nuestro país (ya lo están haciendo de forma masiva, a razón de 200.000 millones sólo el mes de Febrero pasado) para evitar mayores pérdidas, mientras aprovechan las altas rentabilidades de nuestra deuda pública (asegurada entonces por el BCE y la Unión Europea) para empaquetarla junto a otros derivados y revenderla a los fondos más especulativos. ¿Expulsarnos del euro? Pues sí: una vez nuestra economía esté lo suficientemente raquítica por la austeridad y la ausencia de crecimiento (como le está pasando a Grecia) y se hayan agotado las posibilidades de asumir nuestras deudas (que ya estarán por completo en manos de nuestros bancos y en nuestros fondos de pensiones públicos y privados y, por lo tanto, la quiebra no afectará a otras economías), el camino será el mismo que el de Grecia (y el de Portugal, y no sé si también el de Irlanda).

Me uno, pues, a los agoreros del final del sistema. Y creo, además, que si adelantamos los acontecimientos sufriremos menos.

jueves, 10 de mayo de 2012

Explicar o rectificar

20110613202909-psoe-marchitoLo siento. Me equivoqué. No volverá a ocurrir”. O eso, o explicar lo inexplicable, las razones de una nueva traición a los principios ideológicos del progresismo llevada a cabo desde hace dos años. Si el PSOE no opta ya por una de esas dos vías está abocado a su desaparición.

Según la última encuesta del CIS, se mantiene una brecha de 11 puntos de ventaja entre el gobierno de los recortes, del fascismo y de la improvisación respecto del primer partido de la oposición (que sigue por debajo del 30% en intención de voto), una brecha que no hará más que aumentar si esta crisis sistémica da un pequeño respiro (por muy pequeño y por muy transitorio que sea) en cuanto se acerquen las próximas Elecciones Generales, allá por 2015 si los mercados no nos imponen antes un gobierno de tecnócratas; es la responsabilidad del PSOE salir del agujero en el que se ha metido si no quiere ser partícipe directo (por incompetencia, además de por actuaciones propias del pasado reciente) en la fulminación del Estado del Bienestar, de los derechos sociales y laborales y de una sociedad digna.

Si algo tiene la derecha es que controla casi todos los medios de comunicación, y en consecuencia éstos no dudan en dar pleno respaldo y justificación a las decisiones más disparatadas o más dañinas de un gobierno de su mismo signo; el Editorial de hoy de ABC, por ejemplo, aplaude con fervor la nacionalización de Bankia (el capitalismo reconvertido en comunismo interventor o directamente expropiador), justificándola por un supuesto sesudo pragmatismo del actual Presidente del Gobierno, que le ha llevado a aparcar temporalmente su ideología para salvar al país y para hacer lo contrario de lo que dijo que nunca haría. La prensa independiente (que no la de izquierdas, que ha desaparecido casi por completo de los quioscos españoles) prefiere mantenerse al margen de tanta loa a los líderes políticos y se limita a titular con más o menos acierto la contradicción entre lo prometido y lo realizado; debería ser así para toda la prensa, pero nunca lo ha sido ni lo será.

Cuando el anterior gobierno del PSOE se plegó ante las exigencias socialmente devastadoras de los mercados, del FMI, del Banco Central Europeo y de la antisocial alianza franco-alemana para anular por la vía económico-financiera cualquier atisbo de democracia o de soberanía directa, se encontró enfrente tanto a la derecha (que, por supuesto, no le trató de pragmático, sino de mentiroso), como a sus propios votantes (¿qué esperaban?), como a los medios de comunicación independientes (como debe ser). Inició la travesía del desierto que le llevó a la debacle electoral. Porque gobernó para quien no tenía que gobernar y porque dejó a la deriva a la clase trabajadora mientras aseguraba el dinero de inversores y bancos de más que dudosa ética.

El PSOE inició el camino de la concentración bancaria para crear monstruos financieros que ahora tendrán mucho mayor poder de presión del que ya tenían (y, visto lo visto, tenían mucho) sobre las decisiones de los gobiernos de turno. Y no han explicado por qué la creación de esos monstruos financieros benefician a una sociedad civil a la que el sector financiero está dejando sin casa en la que vivir, ni en qué benefician a unas empresas sin financiación que ven cómo las inyecciones de liquidez y los avales estatales se quedan en los balances de los bancos para maquillar sus desmanes hipotecarios en lugar de servir para dar acceso a créditos productivos. Esta mañana en la Cadena SER Alfonso Alonso (portavoz del Partido Popular en el Congreso) acusaba a Soraya Rodríguez (portavoz del PSOE) de no haber hecho nada hasta Noviembre para solucionar los problemas del sector financiero español, aun cuando el propio PP apoyó las primeras medidas adoptadas por Zapatero en ese sentido. “Permítame que le diga, señor Alonso…”. Era lo único que quedaba claro en las respuestas de la portavoz del PSOE. Y no es para menos: el PSOE perdió el norte hace dos años y sigue perdido en el desierto. No sabe para qué sirven las medidas que adoptó desde Mayo de 2010, y si lo sabe es incapaz de explicarlo, o directamente no quiere explicarlo porque es una auténtica aberración y una imperdonable traición para los votantes que les habían dado su apoyo en las dos Elecciones Generales anteriores.

El PSOE inició la tan demandada (por los mercados, por el FMI, por el BCE y por Merkozy) flexibilización del mercado laboral para acelerar la precarización de toda la clase trabajadora; el PP sólo ha tenido que dar unas vueltas de tuerca más a las reformas iniciadas por el PSOE. Porque si hasta el PSOE consideró necesario flexibilizar el mercado laboral es porque el mercado laboral (los trabajadores) necesitaba esa flexibilización; el PP no necesita otra justificación, porque ya se la dio el PSOE. Y como continuación de lo iniciado por el PSOE, la pérdida de los derechos laborales y de la dignidad de los (cada vez menos) trabajadores es algo inevitable. Y el PSOE no ha explicado por qué fue él mismo quien consideró como responsables de esta crisis a los trabajadores y a sus derechos laborales, a la negociación colectiva y a los sindicatos, a las familias que trabajaban para pagar sus casas hipotecadas; aprobó los ERE de vía rápida para facilitar la reducción de unos de los costes laborales por trabajador y hora más bajos de Europa cuando la lacra de las empresas españolas no eran sus trabajadores, sino su desbocado endeudamiento, y aun no ha explicado por qué señaló con el dedo acusador a todos los trabajadores, que al parecer fueron los que más (o los únicos que) vivieron por encima de sus posibilidades.

Por no hablar de la anulación de la cobertura sanitaria a los inmigrantes ilegales aprobada en Septiembre, del retraso en dos años de la edad de jubilación, de las mayores restricciones al acceso a una pensión contributiva…

Son demasiadas cosas las que se han quedado sin explicación o con una explicación muy deficiente. O sin una mínima rectificación. Porque si la explicación es que se intentó evitar la intervención de España también debería acompañarse de la explicación de por qué los gobiernos ya no gobiernan y la soberanía ya no la ejercen ahora ahora los ciudadanos, sino los mercados, el FMI, el BCE y los teóricos neoliberales que asesoran a Ángela Merkel. Y porque si se equivocaron en dar el pistoletazo de salida al desmantelamiento fulminante del Estado del Bienestar, deberían pedir perdón por ese incomprensible error y al menos prometer que no se volverá a cometer un atentado contra quienes pensaban que la “O” del PSOE aun tenía algún significado, por pequeño que fuese.

Aunque mucho me temo que al PSOE aun le queda mucha travesía por el desierto. Porque esperar explicaciones o rectificaciones de nuestra anquilosada y enquistada casta política puede hacerse eterno.