miércoles, 22 de junio de 2011

Costes laborales por trabajador en España y en Europa

Aprovechando la reforma de la negociación colectiva, y con el aparentemente único objetivo de forzarla a un estrepitoso fracaso, la Confederación de Empresarios Independientes de Madrid (CEIM) volvió a poner en la diana de todos los males empresariales a la insoportable carga en los costes laborales que han de afrontar y que supone un lastre insalvable en la competitividad de las empresas españolas; la brillante propuesta de los empresarios era crear un nuevo contrato temporal con una única obligación empresarial: pagar el salario mínimo interprofesional (641,40 € al mes).

Una vez más, los trabajadores parecemos ser los únicos responsables de la incompetencia o la avaricia de muchos empresarios y del mal funcionamiento y la pésima planificación financiera y empresarial de este país, y como castigo no nos merecemos otra cosa que ajustar nuestros salarios a los niveles existentes en Rumanía o en Lituania (de donde han tenido que huir miles de trabajadores para encontrar un trabajo medianamente remunerado); es hora de decir basta a esta falsedad, repetida hasta la saciedad por las organizaciones empresariales como la CEOE (de quien forma parte la propia CEIM), por los nuevos salvapatrias ultraliberales y por los máximos dirigentes de bancos y cajas.

Es falso que sean los costes laborales los que restan competitividad a las empresas españolas; es totalmente falso si observamos los datos internos de las empresas (el coste laboral por trabajador ha aumentado siempre por debajo del resto de partidas de ingresos o de gastos empresariales) y es totalmente falso si realizamos una comparativa con el resto de países europeos (España está por encima de Grecia, de Portugal, de Polonia, de Rumanía, de Hungría o de Malta en costes laborales por trabajador, y por debajo de Bélgica, de Alemania, de Dinamarca, de Luxemburgo, de Austria, de Finlandia, de Suecia, de Reino Unido, de Francia o incluso de Irlanda).

Año

Totales
Mensuales Anuales
2000 1.769,25 € 21.231,00 €
2001 1.840,17 € 22.082,04 €
2002 1.921,27 € 23.055,24 €
2003 2.008,76 € 24.105,12 €
2004 2.070,04 € 24.840,48 €
2005 2.128,21 € 25.538,52 €
2006 2.230,11 € 26.761,32 €
2007 2.320,23 € 27.842,76 €
2008 2.431,92 € 29.183,04 €
2009 2.516,82 € 30.201,84 €
2010 2.526,97 € 30.323,64 €

Los costes laborales totales (incluidas las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social) por trabajador se han incrementado en un 42,83% entre 2000 y 2010, así que con estas cifras en la mano los empresarios alegan unas desmesuradas cargas para responsabilizar directamente a los asalariados de sus pérdidas, tanto contables como en competitividad; pero la realidad es muy distinta a lo que podrían alegar mostrando aisladamente esta gráfica o alguna similar:

image

Todas las variables económicas y contables de las empresas se incrementaron por encima del 60% entre los años 2000 y 2009 según los datos de Contabilidad Nacional del Instituto Nacional de Estadística (aun no hay datos para 2010), por lo que resulta muy difícil responsabilizar a los trabajadores (cuyos costes se han incrementado unitariamente en un 42,25% en ese mismo período) de las pérdidas de competitividad de las empresas; con el fin de comprobar y comparar los datos de las diferentes variables en relación con esos costes laborales por trabajador, hemos tomado el año 2000 como referencia y hemos igualado todas las variables a los costes laborales totales por trabajador, de forma que la evolución temporal de cada variable se realice con cifras equiparables:

image

En el gráfico anterior, la línea azul de más abajo (la más plana) corresponde a los costes laborales anuales por trabajador; el resto de líneas se corresponden con otras variables de la contabilidad empresarial, destacando sobre todas las demás dos de ellas: los intereses pagados por las empresas y los dividendos repartidos a los accionistas.

¿Qué significado tienen esos desvíos respecto al resto? En el caso de los intereses (la destacada línea naranja), lo que observamos es que si en el año 2000 el importe de los intereses pagados por las empresas españolas se equiparara a los costes laborales por trabajador (partiendo de una cifra de 21.231,00 € anuales), esos intereses hubiesen supuesto costes que hubiesen llegado a triplicar (hasta los 66.677,96 € en 2008) el incremento en los muy comedidos costes laborales por trabajador; esa sí podría apuntarse, por lo tanto, como una de las principales causas de la pérdida de competitividad de las alegremente endeudadas empresas españolas (y no hay que olvidar que los intereses no incluyen las obligadas amortizaciones o devoluciones de capital que siempre les acompañan). Y eso no es responsabilidad de los apaleados trabajadores.

Pero lo más curioso de esta comparativa es el disparate de la línea azul que acompaña a la naranja en la parte alta del gráfico; esa línea azul corresponde al reparto de dividendos (es decir, al reparto de los beneficios empresariales), que debería correr paralela a la línea azul (beneficios) que queda más o menos encerrada entre los impuestos (la línea morada) y los costes laborales acumulados (la verde). Ante los avisos de una inminente crisis inmobiliaria que empezaron a oírse ya con fuerza entre 2003 y 2004, parece que el empresariado español prefirió ir recogiendo beneficios antes que reinvertir sus ganancias en mejorar su competitividad o en diversificar sus actividades de cara a asegurar la futura viabilidad de sus empresas; y ahora pretenden que seamos los trabajadores quienes paguemos el pato de su avaricia y de su oportunismo rebajándonos el sueldo.

En definitiva, lo que obtenemos de los datos internos de las empresas es que los costes laborales por trabajador (es decir, lo que paga un empresario por contratar a un trabajador) se han incrementado poco más del 40% mientras el valor de la producción se incrementaba en un 60%, los pagos por intereses en un 114,21% y el reparto de beneficios en un 137,28%; y la solución que proponen los representantes de los empresarios es despedir gratis y pagar 641,40 € al mes. Esta es la lógica empresarial española.

Pero es que si los datos internos resultan escandalosos, los datos comparados con nuestros socios europeos son para llevarse las manos a la cabeza; si queremos compararnos con Alemania, observamos que a las empresas del país de Ángela Merkel les cuesta 47.772 € anuales la contratación de cada trabajador, casi un 60% más de lo que les cuesta a las empresas españolas una unidad de trabajo. ¿Son un lastre los costes laborales alemanes para la competitividad de sus empresas? Pues si nos atenemos a la opinión de empresarios, neoliberales y banqueros españoles, no. ¿Cómo se llega entonces a concluir que son los 17.448,36 € que se ahorran las empresas españolas en la contratación de cada trabajador los que suponen una carga para su competitividad respecto a las empresas alemanas?

Volvamos otra vez a aislar los datos en una gráfica (haciendo una simulación como la que hemos hecho en el gráfico anterior, de forma que España y Alemania partiesen de los mismos costes laborales en el 2000), que es la que podrían mostrar la CEOE, algún economista del Instituto Juan de Mariana o algún destacado dirigente de FUNCAS (la Fundación de las Cajas de Ahorro):

image

Y ya tendríamos la justificación perfecta a los argumentos esgrimidos por los ultraliberales: los trabajadores españoles deben bajarse el sueldo para recuperar la competitividad perdida desde el año 2000 a esta parte. Claro, que esta gráfica podría realizarse con otros datos, como por ejemplo la evolución del IPC:

image

Con lo cual tendríamos una explicación bien distinta al incremento relativo de los costes laborales en España respecto al incremento en Alemania: la convergencia europea exige esfuerzos (los precios al consumidor sí convergen hacia los precios europeos), pero esos esfuerzos también deben ir acompañados de alguna recompensa si lo que se quiere es que todos los países lleguen a niveles de consumo suficientes para absorber la producción de la propia Unión Europea. Así, unificando los dos gráficos anteriores, observamos que los costes laborales españoles han evolucionado por encima del IPC español:

image

Pero también podemos observar que esos costes laborales siguen estando muy por debajo de los costes laborales alemanes y que la tendencia es a la estabilización de esa diferencia:

image

Y todo esto teniendo en cuenta que Alemania es el 7º país europeo en coste laboral por trabajador y España ocupa una discreta 12ª posición, y siempre teniendo presente que la dispar evolución del IPC y de los costes laborales en otros países (como es el caso de Francia, que es el 4º país europeo en coste laboral por trabajador) han sido prácticamente idénticas a las de España:

image

Por lo tanto, los costes laborales o su indexación al IPC, si nos atenemos tanto a los costes internos de las empresas como a las cifras comparadas con los principales países de la Unión Europea, no son los grandes responsables de la pérdida de competitividad española, por mucho que se empeñen en repetirlo una y otra vez. En definitiva, que ya va siendo hora de que se deje de señalar continuamente a los trabajadores como principales responsables de los males de todas las empresas, siendo urgente que se adopten las medidas necesarias para que las políticas y las actitudes empresariales de este país se modernicen y puedan equipararse a las del resto de empresas europeas.

Por último, una cita:

El rigor de la normativa laboral y de protección de los trabajadores contra el despido, medido por un indicador desarrollado por la OCDE, se encuentra directamente relacionado con el número de empresas que declaran no contratar debido a esa protección. Sin embargo, la legislación general establece muchas exenciones, especialmente para las empresas más pequeñas, por lo que la media de los expertos considera que a una pequeña empresa le sería relativamente fácil despedir a un trabajador cuando no hay trabajo suficiente. Además, aunque resulte algo más difícil despedir a un trabajador por razones personales, tampoco parece que sea un problema insuperable considerado objetivamente. Así pues, pudiera ser que las preocupaciones de las empresas con respecto al problema del despido sean hasta cierto punto exageradas o estén basadas en información inexacta.

Esta cita corresponde a un informe encargado por la Comisión Europea a un comité de expertos para que se estudiaran las posibles mejoras en los procedimientos de contratación y de despido por parte de las PYMES; parece ser que este informe se les pasó por alto tanto a la CEOE como a los nuevos gurús del neoliberalismo.

2 comentarios :

  1. Me parece una falta de consideración decir que es rotundamente falso decir que el coste por trabajador es falso que sea elevado. Si no fuera tan elevado no habria un 20% de paro. Esa es la realidad palpable. Y ojo, que de empresario yo no tengo nada, simplemente me basta con observar el panorama

    ResponderEliminar
  2. Lo que es una falta de consideración es responsabilizar del elevado paro (más del 20%) a los costes laborales cuando el resto de costes empresariales (todos, sin excepción) se han incrementado por encima de esos costes laborales.

    Resulta ciertamente extraño otorgar responsabilidades al último mono (los costes laborales) y dar palmaditas a quienes van en cabeza (el resto de costes empresariales); y no resulta sólo extraño, sino absurdo.

    Como hay paro, la culpa la tienen los costes laborales. ¿Y no será que el empresariado español prefiere pegarle la patada al trabajador antes que bajarse los pantalones delante de los bancos, de los proveedores o de los clientes, y por supuesto mucho antes que asumir ninguna responsabilidad en el fracaso competitivo de gran parte de las empresas españolas por la visión cortoplacista (pelotazo va, pelotazo viene, y mientras tanto me lleno los bolsillos) de nuestro empresarios? Digo yo, vamos. Porque si no que me expliquen cómo se le echa la culpa de todo a unos costes laborales que se han incrementado por debajo del resto de costes empresariales y que están a años luz de los costes laborales de las principales potencias europeas.

    ResponderEliminar